viernes, 21 de junio de 2013

Un detenido defeca en la patrulla y se come sus propias heces


Amenazó con defecar en el coche patrulla si lo detenían y así lo hizo. Además, se comió sus propias heces como señal de protesta por su traslado a la Comisaría. Los agentes que hace semanas detuvieron a un transeúnte en el centro de la ciudad tardarán en olvidar el escatológico episodio que les tocó vivir. Por raro que parezca, no era la primera vez que un arrestado deponía sus excrementos en un coche de Policía, aunque no se tenía constancia de que ninguno de ellos hubiese practicado la coprofagia. El último caso tuvo lugar en un vehículo del Cuerpo Nacional de Policía. El hombre, un individuo que duerme habitualmente en la calle Corrida (Gijón, España) y sus inmediaciones, fue identificado como presunto autor de un delito y quedó detenido. 

Mostró una gran resistencia ante los agentes y cuando fue introducido en el coche patrulla comenzó a amenazar con defecar allí mismo y comerse las heces. Cuando a los pocos minutos llegaron a las dependencias policiales, ya estaba embadurnado de excrementos y con la ropa y la cara cubiertas. Fue llevado a los calabozos y ante la imposibilidad de pasarlo en tales circunstancias ante la jueza de guardia, tuvieron que acudir a una entidad benéfica en busca de ropa limpia con la que vestirlo. Además, le obligaron a asearse para retirar los excrementos que cubrían su cuerpo y emitían un olor pestilente en la Comisaría. 

(http://www.noticiasgrotescas.com/)

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