Un hombre de Maine (Estados Unidos), ha sido condenado a una semana entre rejas después del desastre que armó en los baños de un juzgado tras haberse hecho caca encima. Este es el caso de Ronald Strong, un hombre de 50 años que se hizo caca en los pantalones dentro del juzgado de Portland. Fue tal el estropicio que montó en los aseos del juzgado al intentar limpiarse, que el Tribunal de Apelación del Distrito 1 de EE.UU le ha condenado a una semana en prisión.
El documento judicial de 57 páginas, escandalosamente gráfico y escrito por distinguidos jueces, incluye comparaciones a espaguetis con salsa de carne y crema de cacahuete.
Asimismo, se adjuntan fotografías del baño donde se cometió el delito, aunque, afortunadamente, después de que hubiese sido limpiado.
Ronald Strong relata que cuando llegó al juzgado, mientras estaba en el control de seguridad, informó al guardia que tenía que ir al aseo y que se estaba defecando en los pantalones. Una vez en el baño, se quitó la ropa, se aseó lo mejor que pudo y tiró sus calzoncillos a la basura.
Después de asearse lo mejor que pudo en el lavabo del cuarto de baño, salió del aseo y abandonó el edificio. No se tuvo constancia del desastre en el baño hasta que, quince minutos después, un policía fue a hacer uso de los aseos.
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