El suceso ocurrió en el barrio de Manial Shiha, al suroeste de la capital egipcia, cuando el conductor detuvo sin previo aviso el vehículo, sacó un arma que llevaba escondida y comenzó a disparar contra los trabajadores, según informaron fuentes policiales.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el móvil del delito fueron las discrepancias entre el conductor y uno de los trabajadores de Arab Contractors, identificado como Abdelfatah Tebtili Salem, sobre un tesoro arqueológico, reveló la agencia estatal Mena, que cita una fuente de los servicios de seguridad.
Según esas investigaciones, Salem y otros empleados de la constructora, todos ellos vecinos del distrito cairota de Heluán, buscaban un tesoro arqueológico supuestamente enterrado en la vivienda del conductor, situada en esa misma zona del sureste de la capital egipcia.
Al chófer no le gustó la idea de que buscaran un tesoro debajo de su casa por lo que les expresó su desacuerdo, pero los buscadores se mofaron de él y le amenazaron si no les dejaba seguir con su exploración. Entonces, el conductor pensó en vengarse de Salem, con lo que ocultó un fusil automático en el autobús y cuando lo vio llegar supuestamente le disparó y lo mató en el acto, señaló Mena.
Al ver la escena del cuerpo inerte de Salem ensangrentado, al conductor le dio un ataque nervioso y presuntamente comenzó a disparar a diestro y siniestro al resto de pasajeros del autobús. Además de los seis muertos, en el incidente resultaron heridos varios de los ocupantes del autobús, aunque hay cierta confusión sobre la cifra final de lesionados, que oscila entre los seis y 17 según las fuentes.
(http://www.20minutos.es)
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